A Páscoa onde quixeres, o Antroido onde as mulleres.

O entroido da Ulla.

Os ‘’Xenerais da Ulla’’ constituyen una de las manifestaciones más pintorescas y conocidas del carnaval rural gallego. En el curso medio del río Ulla los ayuntamientos de Vila de Cruces, silleda, A Estrada, Vedra, Boqueixón, Touro, Teo, Padrón, celebran a Don Carnal con los famoso ‘’ atraques’’ de los Xenerais ricamente vestidos y sus ingeniosos combates verbales.

No se puede asegurar con certeza el origen concreto de esta festividad, pero, por las características comunes de estas mascaradas, probablemente surgen con los diferentes enfrentamientos armados que se sucedieron en la comarca a lo largo del siglo XIX: primero la lucha contra la invasión francesa y, después, la revolución del 1846, que terminó con la batalla de Cacheiras, con las tropas de cada uno de los bandos recorriendo los espacios en que hoy se mantiene vivo este carnaval.

En estos Carnavales participan dos ejércitos, uno invasor y otro defensor. Cada ejército está integrado por un abanderado, un centinela, un correo y tres generales, que toman estos municipios durante los Antroidos, montados a caballo.

Estos Entroidos representan las luchas que tuvieron lugar en los pueblos de esta zona geográfica durante el período napoleónico o pos napoleónico, así como la defensa que llevaron a cabo sus habitantes para defender a sus municipios frente a las tropas invasoras.

Los generales van vestidos con un uniformes napoleónicos, que están formados por chaquetas llenas de medallas, sombreros de plumas, fajín y espadas. Estas tropas a caballo, visitan las viviendas de cada parroquia para pedir a sus habitantes que contribuyan con un donativo a los gastos de estos Carnavales.

Además de pedir el donativo escenifican los denominados atranques, encontros, altos, saltos, o arranques, batallas de coplillas improvisadas en las que los participantes satirizan los asuntos destacados de cada municipio. . Con comentarios muy mordaces y en un tono altamente satírico, suelen realizar una dura crítica política, social y cultural de los acontecimientos más destacados del año. Concluyen esta peculiar guerra verbal con la Firma de un Tratado de Paz.

Este espectáculo de gran originalidad, es digno de ver tanto por la crítica social sana que encierra, como por el colorido y la alegría que desprende.